En el país existe una gran diversidad de negocios que no están legalmente constituidos. Y aunque al principio puede parecer una gran idea evitar las obligaciones tributarias y demás responsabilidades legales. Podrías estar perdiendo un sin número de beneficios y oportunidades tanto a nivel económico como social. ¿Quieres saber cuáles son? Si es así, te dejamos 7 buenas razones para formalizar tu negocio.

Transparencia en el comercio

Las actividades comerciales que pertenecen al sector informal suelen entorpecer la búsqueda de datos. Y así entregar un rango de error más grande al sacar información acerca del estado a niveles sociales, económicos y políticos.

Ahora, los negocios formalizados registran su información en diversas plataformas al identificarse como contribuyentes, o difundiendo datos oficiales con libertad.

Eso no solo estimula el sentido de confianza y seriedad para los clientes. También puede generar un impacto positivo a otros emprendedores con aspiraciones comerciales.

Buena imagen proyectada a clientes

Para los clientes, la fiabilidad y seguridad que proyecta un negocio legalmente constituido son atributos decisivos para elegirlo sobre la competencia.

El formalizar un negocio significa que cuenta con los registros necesarios, autorizaciones y licencias de funcionamiento. Para ejercer pensando tanto en el objetivo económico, como en el bienestar de los clientes.

Separación de patrimonio personal

Los riesgos de manejar tu patrimonio junto a los de tu negocio son numerosos, pues tendrás claro qué parte de tu dinero corresponde tanto a tus ganancias como los de la marca y podrás administrarlo mejor.

Además, al separar tu patrimonio después de formalizar tu negocio, evitarás posibles desacuerdos en caso de manejar tu emprendimiento con más socios.

Acceso a un mercado formal

El ideal de un negocio siempre será crecer, imagina esconder tu publicidad o limitar tus acciones de venta por motivos de fiscalización. Mientras tu competencia puede promocionarse y exponer ofertas y promociones libremente a posibles clientes.

Acceder a un mercado amplio de manera formal te da más oportunidades de acción y comercio promoviendo tus productos o servicios sin ninguna limitación.

Gestión de crecimiento

Ya mencionamos los beneficios de separar tu capital personal de los fondos de la empresa. Pero otro beneficio relacionado al manejo de ese dinero, también es el accionar con él. Al formalizar un negocio puedes vender acciones, vender toda la empresa o incorporar nuevos socios.

Así, convertirás tu esfuerzo en un valor negociable y lo administrarás de la manera que desees.

Acceso a créditos y beneficios tributarios

Aunque muchos emprendimientos inician con recursos propios, más adelante requieren de nuevas formas de financiamiento. Al tener una empresa legalmente constituida puedes acceder a créditos estatales pensados en el crecimiento de tu empresa, con plazos convenientes y tasas de interés bajas.

Apoyo al crecimiento del país.

El constituir una empresa, y contribuir al Estado significa que el presupuesto del país podrá invertir en infraestructura, educación, salud y el mismo comercio. Es importante entender que el desarrollo del país se debe a la regulación de compras y demás impuestos.

Finalmente, sabemos que aún existen valores éticos que deben trabajarse en el Estado. Pero al ser emprendedores, es necesario que esos valores se promuevan por nosotros. Y los negocios que formemos deben reflejar lo mismo.