Las Sociedades por Acciones Simplificadas han cambiado el panorama de hacer negocios en Ecuador. ¿Es conveniente usarlas? Es cierto que han facilitado el tener una compañía, pero, ¿por qué es eso importante?. ¿Cuándo se vuelve conveniente facturar como sas?.
Poder usar una SAS significa que puedes ejercer mejor un derecho que generalmente es descuidado. La libertad de empresa. Este derecho implica que el estado debe darte las facilidades necesarias para realizar la actividad económica que sueñes. Estas facilidades consisten en la existencia de infraestructura, educación y procesos legales sencillos para poder hacer negocios. Es allí donde entra la SAS.
¿Es igual hacer negocios como persona natural que cómo jurídica?
La respuesta corta es que no. Hacer negocios como persona jurídica te trae una ventaja muy importante la protección patrimonial. Entonces si haces negocios únicamente bajo tu nombre (como persona natural), tus ingresos y deudas personales no estarán separados de aquellos del negocio. En principio parece que no hay grandes consecuencias de eso pero: ¿Qué sucede si tu negocio necesita una inyección alta de capital para crecer y qué pasa si quiebra?. Tal vez ya es hora facturar como sas y aún no lo sabes.
La responsabilidad limitada y las compañías
Si tu negocio quiebra o debes sacar un crédito y trabajas bajo tu nombre, lo que deberás hacer es garantizar todo ese pasivo con tus bienes. Imagínate la cantidad de stress que puede recaer en ti al sentir que todos tus bienes materiales dependen de un negocio. Y peor aún, ¿Que estás al borde de perder tus bienes porque un negocio no fue lo que esperabas?. y tal vez todo habria sido diferente si empezabas a Facturar como SAS.
Justamente allí es donde entra la responsabilidad limitada. Debes haber escuchado mucho esas dos palabras en relación con diversos tipos de compañías. Y es que todas las compañías mercantiles (SA, Cia. Ltda y SAS) la tienen. De este elemento también depende si tu negocio está listo para ser una SAS.
Responsabilidad limitada implica que seleccionas un monto específico de dinero o bienes (tu capital de trabajo) y decides que lo pondrás en tu negocio. O sea, decides arriesgar sólo lo que tu quieres o puedes y mantener el resto de tus bienes a salvo. La gran ventaja de la responsabilidad limitada es que si algo sale mal, los créditos (pasivos) que obtuviste para tu negocio sólo pueden ser cobrados en contra de esa parte del patrimonio que arriesgaste.
A veces es difícil separar lo uno de lo otro pero lo cierto es que legalmente tú no eres tu negocio. Eres mucho más que eso.
Por tanto, si tu negocio quiebra y lo hiciste con una compañía (aquí es donde sirve que una SAS sea tan ligera) sólo los bienes que están a nombre de ella servirán para cubrir esa deuda.
¿Cómo saber si estás listo para tener una SAS?
Un negocio debe transformarse en empresa en momentos específicos de su proceso comercial. No es aconsejable empezar como una SAS desde el principio sobre todo si.
a) Es tu primera vez haciendo un negocio.
b) Aún no entiendes bien quién es tu cliente y cómo funciona tu producto.
Estas dos afirmaciones parecen básicas pero no lo son. Mucha gente descubre la configuración correcta de su servicio o producto meses y hasta años luego de empezado. Cuánta gente que ha empezado ofreciendo comida mexicana ha cambiado la carta una y otra vez. O si empezó con una línea de ropa aumentó otras. O más sencillo aún: cuánta gente has escuchado que cambia su página web.
En simpleSAS sabemos que no siempre estás listo para ser una compañía y por eso te contamos ciertas claves para saberlo. Entonces que si quieres saber si estás listo para tener una compañía (preferentemente tipo SAS) debes evaluar las siguientes áreas de tu negocio.
Si quieres conocer 10 razones por las que constituir una SAS haz click aquí.
- Producto.- Tu producto es fiable y puedes hacerlo como un experto.
- Equipo.- Tienes un equipo fuerte capaz de crecer contigo.
- Mercado.- El mercado está listo para tu producto o servicio.
- Competencia.- Haz analizado a tu competencia y sabes cómo diferenciarte.
- Innovación.- Tienes clara tu propuesta de valor y ventajas.
- Escalabilidad.- Has hecho una ruta clara de cómo escalar a más clientes.
¿Cómo evaluar cada área de mi negocio?
Existen varias metodologías para evaluar cada una de esas áreas, tal vez la más básica es determinar niveles de madurez. Esto siendo 1 poco maduro y 5 muy maduro. Si haces una aproximación a cada área únicamente por tu percepción podrás determinar si ya has superado un nivel medio en cada área. Por tanto, si el resultado promedio supera el 2,5 puedes considerarte listo para tener una Sociedad por Acciones Simplificadas.
¿Ya hiciste el test y aún no estás listo para una SAS?.
Te invitamos a que nos dejes acompañarte en el proceso. Para acompañarte te podemos ofrecer nuestro Training SAS.
¿Cómo hacer un Training SAS?
Lo que hacemos por ti es claro:
- Te ayudamos a facturar electrónicamente.
- Buscamos los permisos que necesites y los obtenemos por ti.
- Te ayudamos a automatizar tu negocio a través de nuestros programas de entrenamiento.
- Te transformamos en SAS.